Alumnos de grado 11 del colegio Pascual Bravo en el noroccidente de Medellín, crearon un prototipo de basurero electrónico que enseña a los usuarios a depositar en el compartimento indicado según el tipo de basura o residuo.
Durante más de 6 meses, 7 estudiantes de la Institución Educativa Pascual Bravo trabajaron en la construcción de un prototipo de basurero electrónico que por medio de sensores detecta el tipo de residuo a desechar y abre simultáneamente el compartimento en el cual las personas deben arrojar la basura.
Con este separador automático, los usuarios tendrán la tranquilidad de saber donde arrojar los residuos sólidos y genera mayor conocimiento y aprendizaje para avanzar en la cultura del reciclaje.
Este prototipo fue elaborado con cartón industrial, papel reflectivo y un sensor microcontrolador que educa a las personas a reciclar, resuelve el problema de no saber separar las basuras y a aportar al medio ambiente.
Para lograr este avance electrónico y ambiental fusionaron la robótica, el ingenio y la electrónica, por eso, los 3 sensores diferencian el papel y el plástico y la humedad de la basura orgánica y proyectan llevarlo a unidades residenciales, colegios, centros comerciales y empresas.