Para muchos darle el último adiós a un ser querido quizá es el momento más difícil de su vida, pero ahora según los protocolos es mucho más traumático, pues el distanciamiento social hace que no se pueda hacer ese acompañamiento como es debido.
Los protocolos son tan exigentes que ya los sepelios con cientos de personas acompañando en féretro, quedaron atrás, ahora solo 15 personas lo pueden acompañar.
El escenario para los actos religiosos es similar, pues las familias ya no pueden estar unidas y tomadas de las manos como señal de fuerza y fortaleza.
Los protocolos de desinfección se deben hacer tanto a la entrada como a la salida y es obligación de la empresa prestadora del servicio desinfectar las salas una a una y verificar que dentro del cementerio o sala de velación se cumplan los protocolos. Un momento difícil que se convierte casi en traumático para algunos.