Alrededor del mundo han pasado insólitos sucesos que han dejado a todas las personas con la boca abierta como el robo al Museo de Boston o el robo al Banco de la República en Valledupar 1994.
Corea del Norte es uno de los países más herméticos del mundo, ya que, entrar o salir e incluso hacer turismo es algo que se dificulta, haciendo que esta nación asiática quede aislada del mundo.
Corea del Norte también ha dado mucho de qué hablar por su poderío militar, donde resaltan bombas nucleares, sin embargo, en la década del 70, sucedió un hecho que sigue dando de qué hablar hoy en día.
Kim Il-sung, el dictador que administraba a Corea del Norte de aquella época necesitaba motorizar a sus subalternos, por lo que decidió ordenar 1.000 carros a Suecia, el vehículo en cuestión era el Volvo 144 GL.
De este modo empezaron a fabricar los vehículos pedidos por norcoreana que iban a ser pagados en cobre y zinc, ya que esta nación no contaba con divisas.
Pero los suecos se llevaron una sorpresa luego de entregar las 1.000 mil unidades, ya que el cobre y el zinc nunca llegaron, al principito trataron de negociar con el país asiático, pero en 1976 se dieron cuenta que Corea del Norte no tenía intenciones de pagar.
Desde entonces, Suecia presenta cada año la factura de los 1.000 Volvo 144 GL al gobierno norcoreano, donde le suman los intereses y la factura ya superó los 300 millones de euros.
De este modo, lo hecho por Corea del Norte es considerado la mayor estafa o robo de vehículos de la historia.