Los seis asesinatos que convirtieron el martes 10 de marzo en el más violento de los 70 días corridos de 2015, hacen complejo el panorama de seguridad al que se enfrentan las autoridades de Medellín. Según el reporte de la Policía, los asesinados no tendrían relación, pero los hechos sí obedecerían a lucha territorial entre estructuras delincuenciales.
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