Phnom Penh, 20 nov (EFE).- El presidente estadounidense, Barack Obama, concluyó hoy su gira oficial por Asia instando a los líderes de la región a reducir la tensión surgida a raíz de las disputas territoriales entre China y otras naciones vecinas.
Este mensaje y su decisión de enviar de inmediato a Oriente Medio a la secretaria de Estado, Hillary Clinton, que se encontraba con él en Camboya, dominaron la Cumbre de Asia Oriental, en la que Obama incidió en que EEUU expandirá su cooperación con una región que considera de "máxima prioridad" para impulsar la economía de su país y la mundial.
"El mensaje del presidente Obama es que resulta necesario reducir las tensiones", dijo a la prensa el segundo asesor presidencial de seguridad, Ben Rhodes.
"No existe ninguna razón para arriesgarse a que se produzca una escalada, más aún cuando en este asunto están dos de las mayores economías mundiales, China y Japón", añadió Rhodes.
En el marco de la cumbre, Obama pidió a China que establezca "reglas claras" para el comercio y la inversión por tener una "especial responsabilidad" como potencia económica mundial.
"Al ser las dos mayores economías del mundo, tenemos la especial responsabilidad de liderar el camino para asegurar un crecimiento sostenido y equilibrado no sólo en Asia sino también global", dijo Obama durante una reunión con el primer ministro chino, Wen Jiabao.
En el transcurso del encuentro bilateral con el primer ministro chino, Obama indicó que las actuales relaciones entre Washington y Pekín atraviesan una etapa "constructiva y de cooperación".
"Estoy comprometido a trabajar con China y estoy comprometido a trabajar con Asia", añadió el presidente estadounidense.
Antes, Obama se entrevistó, también en el marco de la cumbre, con el primer ministro de Japón, Yoshihido Noda, quien reiteró que la seguridad regional se deteriora a causa de las disputas territoriales en el Mar de China.
Noda señaló que, con el "incremento de la gravedad en el entorno de la seguridad en el este de Asia, aumenta la importancia de la alianza entre Japón y EEUU".
Pekín y Tokio mantienen un conflicto en torno al archipiélago que el primer país denomina Diaoyu y el segundo Senkaku, en el mar de la China Oriental.
Las relaciones diplomáticas entre Filipinas y China son tirantes a raíz de la disputa que mantienen por la soberanía de los atolones de Scarborough.
Brunei, Filipinas, Malasia y Taiwán también reclaman parte o totalmente las Spratly, un archipiélago ubicado en el Mar de China Meridional formado por alrededor de un centenar de atolones ricos en pesca, petróleo y gas.
El Gobierno de EEUU, apuntó el segundo asesor de seguridad, es partidario que los países implicados en las disputas territoriales suscriban un código legal de conducta de cumplimiento obligatorio.
De forma similar se pronunció la primera ministra de Australia, Julia Gillard, quien dijo en conferencia de prensa: "un código legal de conducta contribuirá a que nos aseguremos de que cualquier asunto relacionado con el Mar de China puede ser gestionado mediante unas reglas".
Pekín se ha mostrado hasta el momento reacia a emprender negociaciones con vistas a suscribir un código de estas características sobre el Mar de China Meridional.
Además de los líderes de los diez estados de la ASEAN, grupo integrado por Brunei, Camboya, Birmania (Myanmar), Filipinas, Indonesia, Laos, Malasia, Singapur, Tailandia y Vietnam, a esta reunión asistieron también los de Australia, China, Corea del Sur, India, Japón, Rusia y Nueva Zelanda.
Durante la cumbre, los líderes de la ASEAN y Australia, Corea del Sur, China, India, Japón y Nueva Zelanda, dieron luz verde a la propuesta de iniciar negociaciones con vistas a alcanzar un acuerdo comercial, que en conjunto abarcará un mercado con cerca de 3.000 millones de potenciales consumidores.