El gobierno de los Estados Unidos emitió una alerta, donde indica a los ciudadanos y a quienes tengan algún tipo de residencia que no deben viajar ni permanecer en Venezuela, ya que hay “graves riesgos”.
De acuerdo con el comunicado, los norteamericanos podrían ser víctimas de “detención ilegal, tortura durante la detención, terrorismo, secuestro, prácticas policiales injustas, delitos violentos y disturbios civiles”, por lo que buscan proteger su integridad en medio de la persecución hacia Nicolás Maduro.
Y es que día a día aumentan los señalamientos por parte de funcionarios estatales y miembros del gabinete de Donald Trump hacia el líder bolivariano. Uno de los últimos en pronunciarse fue el administrador de la DEA, Terry Cole, quien lo calificó como “narcoterrorista” y señaló a Venezuela de trabajar con grupos armados de Colombia para el envío de cocaína “en cantidades récord”.
Esto, sumado al reciente despliegue de buques destructores estadounidenses, ha incrementado la tensión entre ambas naciones, generando incertidumbre sobre lo que pueda ocurrir, tanto con el régimen de Maduro como con la población.
Mientras tanto, Vladimir Padrino López, ministro de Defensa de Venezuela, hizo un llamado a Estados Unidos a que no se atreva a entrar en territorio venezolano y afirmó que, en caso de producirse un ataque, no solo sería contra su país, sino contra toda Latinoamérica.