El Estadio Atanasio Girardot no es solo el escenario más importante del fútbol antioqueño, sino un verdadero monumento a la historia y al esfuerzo colectivo de Medellín. Inaugurado el jueves 19 de marzo de 1953, este coloso ubicado en el sector de Laureles nació para convertirse en el alma deportiva de una ciudad en crecimiento.
Antes de su construcción, Medellín contaba con espacios limitados para el fútbol, como los antiguos hipódromos El de la Floresta y El de los Libertadores (donde hoy está el barrio San Joaquín), y el estadio San Fernando en Itagüí.
El diseño del estadio estuvo a cargo del ingeniero Guillermo González Zuleta y su construcción empleó a centenares de trabajadores, incluyendo 200 reclusos de la cárcel La Ladera. Su edificación fue símbolo de unión, esperanza y progreso.
El día de la inauguración, más de 35.000 personas comenzaron a llegar desde las seis de la mañana para participar en una misa oficiada por el Obispo Auxiliar de Medellín, Buenaventura Jáuregui, y luego brindar con champaña junto a las autoridades de la época. Estadio Atanasio Girardot
La jornada inaugural incluyó tres partidos históricos:
- Antioquia 3 – Valle 2
- Atlético Nacional 2 – Alianza Lima (Perú) 2
- Deportivo Cali 1 – Fluminense (Brasil) 1
Desde entonces, el Atanasio Girardot ha sido escenario de hazañas deportivas, conciertos inolvidables y eventos de ciudad como los Juegos Suramericanos. Cada ladrillo del estadio guarda una historia, un grito, una emoción.
Hoy, más de 70 años después, el Estadio Atanasio Girardot sigue siendo el corazón que late con fuerza cada vez que rueda un balón.