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Washington, 17 may (EFE).- El escándalo que rodea al responsable del Fondo Monetario Internacional (FMI), Dominique Strauss-Kahn, conmociona esta semana a Washington donde se debate el impacto de su previsible partida en un organismo involucrado de lleno en la solución de la crisis europea.
"Todo apunta a que Strauss-Kahn quería competir por la presidencia francesa y claramente estaba interesado en evitar cualquier desastre en Europa bajo su mandato", dijo a Efe Mark Weisbrot, codirector del centro de estudios Center for Economic and Policy Research.
Su anticipada dimisión, dice Weisbrot, podría hacer que las cosas cambien para peor en lo que a Europa se refiere.
Detenido el sábado en Nueva York por el presuntos abusos sexuales a una camarera de hotel, el exministro de Finanzas francés debería de haberse reunido el domingo en Europa con la canciller alemana, Angela Merkel, para hablar sobre el deterioro de la situación en Grecia.
La economía griega se ha contraído un 4 % este año como consecuencia del draconiano ajuste acordado por la comunidad internacional para reducir su deuda y controlar el gasto.
Strauss-Kahn se opone a la continuidad de las medidas de austeridad, al aducir que agravarán aún más la situación en el país.
Su salida del FMI dejaría al Gobierno del primer ministro griego, Giorgos Papandreu, sin un aliado clave y dificultaría la negociación de un nuevo paquete de ayuda al que se oponen los votantes alemanes y de otros países nórdicos europeos.
Más allá de Atenas, Strauss-Kahn ha jugado también un papel crucial en la negociación de los paquetes de ayuda para Irlanda y Portugal, de ahí que su abrupta desaparición de escena se considere particularmente desafortunada.
Strauss-Kahn logró incrementar los recursos del FMI tras la reciente crisis financiera, mejoró su gobernabilidad y también su relevancia al mostrar una actitud más pragmática que dogmática.
"En mi opinión ha sido uno de los mejores responsables del FMI", dijo a Efe Jo Marie Griesgraber, directora ejecutiva del centro New Rules for Global Finance.
"Se involucra personalmente en los temas, es inteligente, busca soluciones creativas y puntos de vista alternativos", aseguró Griesgraber, quien insistió en que el FMI es "increíblemente dependiente" del liderazgo de su director gerente.
"Gracias a su olfato político, su liderazgo y sus conexiones colocó al FMI en la posición de convertirse en un actor global", añadió la experta.
Elegido director gerente del FMI en septiembre del 2007 en sustitución del español Rodrigo Rato, el exministro francés asumió la batuta del Fondo cuando este estaba inmerso en una profunda crisis de identidad.
"Lo que puede estar en peligro ahora mismo es la propia existencia del FMI como la principal institución encargada de ayudar a garantizar la estabilidad financiera", dijo Strauss-Kahn ante el consejo ejecutivo del Fondo poco antes de ser elegido en el 2007.
"Los dos principales asuntos son la relevancia y la legitimidad", subrayó entonces Strauss-Kahn. Ambas han mejorado con él al frente, según la opinión generalizada de los expertos.
Su gestión se caracterizó por su capacidad para encajar las críticas y entonar el "mea culpa" cuando la situación así lo exigía.
Strauss-Kahn dio prueba de esa capacidad durante la reciente asamblea de primavera de la institución cuando reconoció que el FMI no fue capaz de pronosticar las revueltas populares en el norte de África y Oriente Medio.
"Ciertamente lo que ha ocurrido en el norte de África es una buena lección para nosotros porque nos muestra que no es suficiente tener en cuenta sólo las grandes cifras macroeconómicas y tenemos que ver mucho más allá de eso", dijo en abril Strauss-Kahn.
Su trayectoria al frente del organismo se vio interrumpida dramáticamente el sábado en un episodio de presunta violación sobre el que todavía hay muchas interrogantes abiertas pero que amenaza con poner fin a su exitosa carrera internacional.
El responsable del FMI pasó ayer su primera noche en la cárcel de Rikers Island en Nueva York, y tendrá que comparecer ante la justicia el próximo viernes.