La disputa entre grupos armados como el ELN y el Clan del Golfo tiene desesperadas a las comunidades indígenas que habitan la zona de influencia del Atrato en Urabá. Al sector conocido como La Isla, dentro del mismo territorio, se estarían desplazando algunas familias, que lo único que piden es el cese de los enfrentamientos y de prácticas como la siembra de minas antipersonal en sus territorios.
Como parte de una estrategia ancestral de resistencia, las comunidades indígenas no se desplazan hacia los cascos urbanos sino hacia otros resguardos donde una vez llegan se confinan para evitar caer en el fuego cruzado o, peor aún, en una mina.
Por las dificultades en el acceso a la comunicación, el gobierno departamental desconoce, a ciencia cierta, cuántos indígenas se han desplazado hasta el momento, lo que sí es cierto es que la Organización Indígena de Antioquia advierte que serían más de 700 personas en riesgo permanente.