El patio número uno de Bellavista fue el escenario de enfrentamientos armados que dejaron como saldo 30 heridos.
Versiones de familiares y organizaciones de derechos humanos denuncian que a los internos en la cárcel los combos los obligan a pagar vacuna para poder dormir en los camarotes, y si se resisten les toca pasar la noche en pasillos o en los baños. Las denincias también argumentan que esos grupos también tendrían el control y trafico de alimentos y elementos de aseo, además del mercado de llamadas por celular.