Si bien el coronavirus cobró la vida de millones de personas en el mundo, el esfuerzo del personal de salud por salvar la vida de los contagiados fue inalcanzable.
Sin embargo, determinar si se acaba con la vida o no de un paciente que contrajo este virus y que está en etapa terminal, no es propiamente lo más ético a nivel profesional.
Pero, un caso diferente se conoció en Países Bajos, donde un enfermero tomó decisiones sobre la vida de al menos 20 pacientes que contrajeron Covid-19, luego de que se determinara su estado terminal.
El enfermero, identificado como Theodoor V., de 30 años, confesó los hechos a un psicólogo mientras recibía tratamiento en una clínica de salud mental.
La confesión fue tomada tan en serio, que fue necesario romper la obligación de confidencialidad e informar a las autoridades, según señalaron los fiscales del caso al medio Daily Mail.
Entre las labores del enfermero, este supuestamente realizaba procedimientos en paciente que, en su opinión, eran terminales y que sufrían, todo sin la instrucción de un superior.
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