En una exploración realizada en un hallazgo arqueológico en el sur de Finlandia, encontraron los restos de un niño junto con otros objetos.
El hallazgo fue realizado desde 1992, cuando realizaban la explanación para la construcción de una carretera rural cerca a la localidad de Majoonsuo, en el suroriente del país.
Allí se encontraron un suelo muy arcilloso y una tierra color ocre, lo que indicaba un hallazgo arqueológico, pues dicho color es característico de materiales ornamentales usados durante la edad de piedra, el mismo color utilizado para realizar las pinturas de arte rupestre.
No fue hasta el 2018, que la Agencia de Patrimonio de Finlandia decidieron realizar las investigaciones pertinentes pues había una preocupación por la erosión que los restos podrían tener debido al tráfico vehicular que transitaba por allí.
Además, el suelo finlandés es un suelo con un PH demasiado acido, por lo que no es común encontrar restos con buen estado de conservación. Debido a esto, la investigación sobre los hallazgos debió hacerse en mayor medida con investigaciones microscópicas.
¿Qué dice el hallazgo de la tumba de la Edad de Piedra?
La exploración logró encontrar los dientes de un niño y se identificó que podría tener entre 3 y 10 años y se habría enterrado allí hace aproximadamente 8.000 años.
Lo interesante que arrojó la investigación de "el Niño de Majoonsuo" encontró que junto al menor, habían restos de piel de perro o lobo y plumas de diferentes aves. Lo que permite ahondar en los estudios de la relación entre los humanos y los animales durante la edad de piedra.
Con los resultados obtenidos, el ilustrador Tom Björklund, realizó una aproximación a la forma en la que se veía el niño durante su sepultura.
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