Ciudad del Vaticano, 14 dic (EFE).- El Vaticano encendió hoy el abeto de 24 metros de alto y 3,5 metros de circunferencia colocado en la plaza de San Pedro, regalo de la región sureña italiana de Molise, que adornará el recinto durante la Navidad junto al Portal de Belén, que este año regala otra región italiana, Basilicata.
Al encendido asistieron el secretario general del Governatorato (gobierno que gestiona el Estado de la Ciudad del Vaticano), Giuseppe Sciacca, en nombre del Gobernador, el arzobispo Giovanni Bertello, y una delegación de la región Molise, encabezada por su presidente, Michele Iorio, y el alcalde de Pescopennataro, de cuyos bosques procede el abeto, Pompilio Sciulli.
La iluminación del abeto blanco fue activada durante una ceremonia en la que actuó un coro de Pescopennataro y la banda de música de la Gendarmería Vaticana, que entonaron cantos típicos de Molise.
El abeto ha sido adornado con 1.800 bolas blancas y 2.500 bombillas amarillas y blancas, los colores de la Santa Sede.
Antes de la inauguración, Benedicto XVI recibió en audiencia a la delegación oficial de Molise, encabezada por Iorio y Sciulli y el obispo de Trivento, Domenico Scotti, ante quienes dijo que Dios se hizo hombre y vino entre los hombres "para disipar las tinieblas del error y del pecado, trayendo a la humanidad su luz divina.
"Esta luz altísima, de la que el árbol navideño es signo y recuerdo, no sólo no ha perdido tensión con el paso de los siglos, sino que sigue resplandeciendo sobre nosotros e iluminando a todos los que vienen al mundo, especialmente cuando deben atravesar momentos de incertidumbre y dificultad", afirmó el papa.
Benedicto XVI subrayó que Jesús dijo que era la luz del mundo y que quien le siga no camina en las tinieblas, sino que tendrá la luz de vida.
"Cuando en diversas épocas se ha intentado apagar la luz de Dios para encender fuegos ilusorios y engañosos, se han abierto estaciones marcadas por trágicas violencias sobre el hombre y ha sido así porque cuando se intenta borrar el nombre de Dios de las páginas de la historia y el resultado es que se trazan renglones torcidos, en los que hasta las palabras más hermosas y nobles pierden su verdadero significado", subrayó el Pontífice.
Además de este árbol, Pescopnennataro regaló otros abetos más pequeños que adornarán el Palacio Apostólico y otros lugares del Vaticano.
El Vaticano entró hace varias semanas en el periodo navideño con el comienzo de la construcción del espectacular belén que desde la decisión de Juan Pablo II en 1982 preside todos los años en Navidad la plaza de San Pedro.
Este año el Portal de Belén está ambientado en los Sassi (casas excavadas en la roca) de Matera, ciudad de la región sureña italiana de Basilicata, que lo ha regalado al Vaticano.
El Nacimiento ocupa una extensión de 150 metros cuadrados y tendrá, como es tra
dición, las figuras del buey y el asno, los dos animales por antonomasia que la iconografía cristiana siempre ha colocado en el lugar donde nació Jesús.
El hecho de que Benedicto XVI recordara en su reciente libro "La infancia de Jesús" que en el Evangelio "no se habla de animales" en el lugar donde nació Jesús", ha dado pie a todo tipo de interpretaciones.
Y eso que el mismo papa en el libro agrega que tratándose de un pesebre, "el lugar donde comen los animales", la iconografía cristiana captó muy pronto ese motivo y "colmó esa laguna" y ninguna representación del Portal de Belén renuncia al buey y al asno.
El belén cuenta con un centenar de estatuas, que miden entre 35 y 50 centímetros y están fabricadas en terracota.
Son obra del prestigioso maestro italiano Francesco Artese, de 55 años, y sus vestidos están inspirados en la tradición de Basilicata.
Además de este portal, el estado mexicano de Michoacán ha regalado otros dos, ambienta
dos en esa zona mexicana. Uno ha sido colocado en el Aula Pablo VI, donde el papa celebra las audiencias multitudinarias de los miércoles, y otro en los Museos Vaticanos, visitados todos los días por más de 20.000 persona.