Pico y placa Medellín

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En Sabanalarga reconstruyen su historia

En Sabanalarga, Occidente de Antioquia, la casa de Dios está por el suelo. El pasado 13 de octubre, mientras el párroco Alejandro Múnera arreglaba la cubierta de la iglesia San Pedro, con aportes hechos por la comunidad, el intenso invierno y la falta de un plan organizado de alcantarillado ocasionaron una filtración de agua que hizo que se cayera uno de los muros del templo.

Cuando el muro cayó, destruyó la imagen de la Virgen de la Misericordia y el parque que estaba dedicado a ella. Pero, como dicen los abuelos: “no hay mal que por bien no venga” decidieron entonces aprovecharon la calamidad para ampliar la edificación hacia su lado derecho, por el lado de la calle Riaño, donde estaba el citado parque.

Por estos días se adelantan los trabajos de ampliación, a la par que se realiza el cambio del techo, que según el padre Alejandro, estará listo para este fin de mes. Sobre el resto de la obra, el sacerdote dijo que no tiene una fecha determinada para su terminación, pues los trabajos avanzan al ritmo de los donativos de las “almas caritativas”. “Conforme va llegando la plata, se va invirtiendo en lo que se necesite”, puntualizó el religioso.

En la actualidad se encuentran haciendo las columnas que soportarán las estructuras de la ampliación.

Las obras

Este templo que data del siglo XVII y cuya construcción se le atribuye a la española María del Pardo, una de las fundadoras de ese municipio, empezó como parroquia en 1673 y es una de las primeras iglesias construidas en el departamento. Aunque no es reconocida por la Nación ni el departamento como patrimonio arquitectónico y cultural, la comunidad a la que pertenece así lo considera.

Mientras hacían las excavaciones para las columnas encontraron unos restos humanos que el padre Alejandro tiene guardados a la espera de que alguna institución haga un estudio en ellos y confirme o desvirtúe lo que él piensa del hallazgo: que tal vez ese lugar era un cementerio indígena.

Para llevar a cabo las obras han acudido a las donaciones personales de algunos sabanalarguenses, por ejemplo la que realizó la colonia de ese municipio en Medellín.

Hasta allá hicieron llegar tres millones de pesos y como reza el refrán, “que con empanadas se construyen iglesias”, también se han financiado con otro tipo de actividades como rifas y una campaña con la que les ha ido bien e invitan a las personas que quieran vincularse a ella, a que realicen sus donaciones en la cuenta de ahorros Nº 01460-000693-3 del Banco Agrario a nombre de la Parroquia de Sabanalarga.

La Alcaldía Municipal también se vinculó al proyecto. Según el padre Alejandro, la Administración les ha prestado la retroexcavadora para abrir los huecos para las vigas y la volqueta para botar los escombros, además les ha colaborado con la arena. El religioso dijo además que la Asamblea de Antioquia se comprometió en ayudarles con la obra. Sin embargo, la ayuda no llega y el padre Alejandro espera, con la paciencia del Santo Job, que los recursos lleguen pronto, para arreglar la casa del Altísimo.

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