Gustavo Petro arrancó su mandato presidencial con grandes expectativas en 2022. La primera reforma que evidenció el apoyo con el que contaba fue la reforma tributaria. Sin embargo, los grandes proyectos con los que vaticinaba un gran cambio para el país, se fueron quedando en el camino.
“Los jueces ordinarios siempre han manejado el tema agrario y no ha habido ningún problema, y crearon ahora una jurisdicción que no sabemos los colombianos ni para qué es. En materia de pensiones yo diría que algo se rescata, es una reforma que trae tres pilares, uno contributivo, otro subsidiado, el subsidiado ya lo teníamos hace 20 años. El tema laboral se quedó en veremos, que tenían ya concertada la reforma, no ha salido, no salió, que la iban a sacar por decreto, tampoco eso funcionó”, explicó Jaime Arrubla Paucar, abogado Y exmagistrado de la república.
Otro de los proyectos bandera, con el cuál el presidente Gustavo Petro le prometió al país acabar con el conflicto armado que ha perdurado en Colombia por más de 60 años es la Paz Total, pero hasta ahora, a dos años de su gobierno, según los especialistas, lo que ha desatado es una inseguridad sin límites.
“Los grupos delincuenciales comunes se creyeron con derecho ya de que los amnistíen, a que los indulten, cuando eso toda la vida ha sido para delitos políticos”, agregó el exmagistrado.
Una de las grandes derrotas, además de la no aprobación de la reforma a la educación, fue el hundimiento de la reforma a la salud, que desde el comienzo, en cabeza de la primera ministra de esa cartera, Carolina Corcho, generó polémica en todo el país.
“No era viable financieramente, porque no había los estudios que lo sustentaran. En cuanto al manejo de la problemática que recibió este gobierno, tampoco ha habido soluciones a los problemas financieros que son los más importantes como, por ejemplo, la reformulación del valor de la UPC para ser financieramente viable el sistema y la atención a los pacientes”, indicó Carlos Valdivieso, presidente Colegio Médico de Antioquia.
Los especialistas aseguran que el país sí requiere reformas, pero bien planteadas, con consensos entre las partes. Faltan dos años de periodo presidencial, y las esperanzas de un verdadero cambio, son escasas.
