En Medellín, la intolerancia se ha consolidado como el principal factor determinante de la violencia letal en los últimos años. Durante el 2025, los conflictos de convivencia se posicionaron como la causa que mayor número de muertes ha generado en la ciudad, alcanzando un registro de 105 asesinatos.
Esta cifra supera incluso los homicidios atribuidos a enfrentamientos entre estructuras criminales, los cuales suman 80 casos este año. Lo anterior demuestra un cambio en el mapa de la violencia local, la agresividad interpersonal y las riñas están cobrando más vidas que la criminalidad organizada.
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En este escenario, el uso de armas blancas y cortopunzantes ha sido un factor relevante en la mayoría de los episodios violentos, por lo que las autoridades hicieron un contundente llamado para este fin de año.
“En la fecha de la Navidad de manera dolorosa cuatro personas perdieron la vida como consecuencia de riñas con armas blancas. Estas cifras nos duelen, nos preocupan, por eso insistimos en el llamado al uso moderado de licor, a la resolución pacífica de los conflictos y al respeto por la vida, al respeto por los derechos de los demás”, dijo al respecto el general William Cataño Ramos, comandante de la Policía Metropolitana del Valle de Aburrá.
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La gravedad de la situación se hizo evidente durante el pasado 24 de diciembre, jornada en la que se registraron más de 1.600 llamadas a la Policía Nacional para atender riñas, lo que representa un promedio de 60 reportes por hora.
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