Rubén Darío Silva Palacio entregó 20 años de su vida a la Funeraria San Vicente, la violencia le segó la vida cumpliendo su labor como funerario.
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Cuando se trasladaba con un fallecido desde Medellín hacia Caucasia, su vehículo fue hostigado por hombres armados a la altura del municipio de Zaragoza. Pese a que sobrevivió y alcanzó a ser trasladado con graves lesiones a Medellín, falleció en un centro asistencial.
Directivos de la Funeraria San Vicente lamentaron su muerte y hoy lo recuerdan por su invaluable entrega al trabajo funerario.
“Rubén fue un funerario de alma, vida y corazón, alegre, con muchísima pertenecia, que amaba profundamente esta empresa, amaba su labor y tenía una característica que me gustaría contarte, y es que Rubén era un hombre de familia para él, su mamá fue el pilar de su vida, sus hermanos, sus sobrinos”, contó Isabel Cristina Arango, directora administrativa de la Funeraria San Vicente.
Si bien el ataque es materia de investigación, dentro de las principales hipótesis que se barajan está que el vehículo podría haber sido confundido con una patrulla de la Policía por la similitud en su carrocería.
“Según alcanzó a explicarlo, hubo una onda expansiva que hizo que parara el vehículo y luego fue atacado con múltiples impactos de bala, él quedó herido, y logró hacernos algunos videos y llamadas y videollamadas en los que nos pedía ayuda, nos envió exactamente la ubicación, pedimos ayuda, lamentablemente no se acercó la fuerza pública ni la ambulancia de la concesión ni nada”, aseguró Arango.
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Rubén Darío Silva, tenía 59 años, deja a una esposa y una hija de 13 meses.
