Las empanadas de iglesia son las más vendidas y populares en temporada de vigilia. Muchas personas esperan largas filas para comprar en Semana Santa las famosas empanadas de iglesia, y así, calmar el hambre.
En la Parroquia Santa Cruz del barrio Alcalá, una familia envigadeña vende estos fritos desde hace 15 años, convirtiéndose en una tradición familiar muy reconocida por los habitantes de la zona.
Para las largas horas de procesiones y las misas en Semana Santa, las empanadas vaticanas en la Parroquia Santa Cruz de Alcalá de Envigado, son la gloria. El único pecado es que los comensales no comen solo una.
En una esquina de la iglesia, la familia Gómez completa quince años con sus afamadas empanadas que, en época de vigilia, atraen a más de un feligrés hambriento que, por el costo de 800 pesos, puede calmar su antojo.
En las manos de cinco integrantes de la familia y una amiga, se amasan estos manjares de iglesia para llenar a los comensales y llevar el sustento a casa por medio de esta tradición familiar.
Teresa Gómez, vendedora en las afueras Parroquia Santa Cruz de Alcalá, comenta su larga trayectoria con este emprendimiento familiar, "15 años, pero me amañé, vamos a ver hasta dónde puedo".
Y es que sin saber mucho de empanadas, doña Teresa decidió emprender en la venta de estos manjares de iglesia con una amiga y, después de un tiempo, se quedó a vivir y continuar con esta tradición de la Parroquia Alcalá.
La familia Gómez calcula que en un día se pueden vender más de 500, todo un récord para este manjar de iglesia que hoy en día más que un alimento para pasar la Semana Santa, son una tradición familiar.
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