Hoy es uno de los días que más pólvora se quema en el Valle de Aburrá y no solo las personas y mascotas son vulnerables, los animales que se encuentran en el zoológico también quedan expuestos a un alto nivel de estrés.
El sonido de la pólvora para los animales es para muchos de ellos más fuerte que el percibido por los humanos. Ante esto el personal del zoológico ha adoptado algunas medidas con el fin de tratar de evitar la mayor cantidad de estrés provocado en ellos por los estruendos de la pólvora.
Crear refugios, darles tranquilizantes y cuidados especiales con las crías, son algunas de las medidas encaminadas a evitar las pupilas dilatadas, la frecuencia respiratoria y cardiaca elevada, síntomas de aquellos animales que más sufren por la pólvora.
La ciudadanía hizo un llamado a quienes aún creen que quemando pólvora es la única forma de recibir la llegada de diciembre.
Cuando los estímulos estresantes se vuelven crónicos, situación que puede ocurrir en diciembre, se pueden generar efectos como la disminución de la capacidad reproductiva, pérdida de la condición física y bajas defensas.
