En 1996 un comandante paramilitar conocido como Lázaro o Mono Pecas ordenó el desplazamiento de 94 familias de los corregimientos de Macondo y Blanquicet de Turbo. Con amenazas, los propietarios fueron obligados a vender sus tierras por 200 mil pesos la hectárea, cuando el avalúo estimaba por lo menos un millón 500 mil pesos.