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El tráfico de bienes culturales es el tercero más grave del mundo, según un experto

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Bogotá, 11 mar (EFE).- El tráfico ilegal de bienes culturales se sitúa como el tercero más grave del mundo, después del de armas y el de drogas, según el presidente del Consejo Internacional de Museos (ICOM), Julienne Anfruns, quien apuntó que este delito crece dramáticamente, con nuevas rutas y métodos de transporte.

En declaraciones a Efe en Bogotá, Anfruns recordó que muchos delincuentes aprovechan la inestabilidad política de los países para saquear su patrimonio, como fue el caso del robo al Museo Nacional de Bagdad durante la guerra de Iraq, o más recientemente en El Cairo, con actos de pillaje en el Museo Egipcio mientras se sucedían las protestas que hicieron caer al régimen de Hosni Mubarak.

El presidente del ICOM se encuentra estos días en Colombia con motivo del lanzamiento de la Lista Roja de los bienes culturales que se encuentran en peligro en el país, iniciativa que desarrolló su organización en colaboración con las autoridades colombianas.

Sobre los canales de venta del patrimonio robado, Anfruns explicó que "si la pieza es muy conocida, resulta imposible venderla en mercados normales", y que, en esos casos, se comercializa en el mercado negro, siendo utilizada en muchas ocasiones como garantía en otro tipo de transacciones ilícitas.

Las rutas del tráfico de bienes culturales son difíciles de detectar, según Anfruns, porque "el transporte suele ser a través de países no regulados por las convenciones de la jurisdicción internacional".

A ello se suma que, una vez detectado el objeto, se necesita un experto para identificar su lugar de origen, e incluso cuando se conoce, "a veces resulta muy difícil encontrar el proceso legal para restituirlo", sobre todo si el país no respeta la convención de 1970, que regula la importación, exportación y transferencia de propiedades ilícitas de bienes culturales.

En el caso de Colombia, el país es "un objetivo para los traficantes", según Anfruns, porque posee una gran diversidad artística, tanto moderna como prehispánica.

No obstante, recalcó que las autoridades del país son muy efectivas en la lucha contra el tráfico ilegal.

Dentro de la lista roja de bienes culturales colombianos en peligro figuran, entre otros, objetos rituales, momias, ornamentos de oro, pinturas de la época colonial, esculturas religiosas, monedas del Nuevo Reino de Granada y equipos científicos del siglo XIX.

La Lista Roja será distribuida a los servicios de policía y de aduanas de todo el mundo, así como a los profesionales de museos, subastadores, coleccionistas privados y comerciantes de arte, con el objeto de prevenir que las piezas arqueológicas colombianas sean vendidas o exportadas ilegalmente.

El ICOM también publicó listas rojas para los bienes culturales de África, Latinoamérica, Irak, Afganistán, Perú, Centroamérica y México.