Muy cerca a la iglesia de Patio Bonito en el barrio El Poblado, de Medellín, parado en una acera, encontramos a William. Un guitarrista que cautiva con los sonidos del tango. “ Volver, con la frente marchita”, evoca aquellos años maravillosos del gran Carlitos Gardel.
Aunque William, sale a las calles a buscar el sustento diario y sabe del riesgo que ello conlleva; cumple estrictamente con todos los protocolos de bioseguridad, en estos tiempos pandémicos. Por lo que utiliza todo el tiempo su tapabocas.
El llamado de este virtuoso de la guitarra, es a refugiarse en la cultura, como una opción en estos difíciles momentos de salud que afectan también el arte.