Islamabad, 3 ene (EFE).- El Partido Popular de Pakistán (PPP) se aseguró hoy el apoyo externo de la tercera formación del país, lo que da un respiro al Gobierno que encabeza tras abandonar ayer un socio clave la coalición.
Mientras, el principal partido opositor sigue perfilando su postura y no descarta endurecerla.
El primer ministro paquistaní, Yusuf Razá Guilani, mantuvo hoy una reunión en la ciudad oriental de Lahore con el presidente de la Liga Musulmana-Q, Chaudhry Shujaat Husain, quien le expresó la voluntad de su partido de "trabajar de manera conjunta para resolver los problemas del país", explicó a Efe una fuente oficial.
El portavoz gubernamental Shabir Anwar dijo que la Liga-Q, que sustentó el régimen del ex presidente Pervez Musharraf (1999-2008), no precisó condiciones -salvo un "buen gobierno"- ni exigió tener ministros en el Gabinete de Guilani, aunque matizó que en los próximos días habrá nuevos contactos.
El primer ministro paquistaní también se entrevistó hoy en Lahore con Shahbaz Sharif, un destacado dirigente y hermano del líder de la principal formación de la oposición, la Liga Musulmana-N, aunque este partido no hará pública su postura hasta mañana, cuando concluya una reunión de la cúpula.
"No vamos a sacarle las castañas del fuego a este Gobierno corrupto. No vamos a darle apoyo", expuso a Efe el portavoz Sidiq Faruq, quien consideró poco probable sin embargo que la Liga-N promueva una moción de censura contra Guilani en el Parlamento.
Faruq agregó que su partido no respaldará ningún "movimiento antidemocrático" para resolver la coyuntura, en referencia a un golpe de estado.
Por su parte, el presidente del país surasiático y líder del PPP, Asif Alí Zardari, telefoneó hoy a Guilani, a quien reafirmó en su cargo, y se mostró convencido de que completará su mandato, previsto hasta 2013, según un comunicado recogido por la agencia estatal APP.
"El primer ministro no está solo y no se le dejará solo. El partido está con él a las duras y las maduras", subrayó Zardari, que tiene unos índices de popularidad más bajos que el propio primer ministro.
El PPP perdió ayer a un aliado clave, el Muttahida Quami Movement (MQM), que a finales de diciembre ya había retirado a sus dos ministros y hoy formalizó su paso a la oposición con una petición en las dos Cámaras.
La marcha del MQM -con 25 escaños en el Parlamento- y la de otra formación islamista a mediados del mes pasado habían dejado al Gobierno del PPP en una situación de inestabilidad al quedarse sin la mayoría absoluta, fijada en 172 asientos.
No obstante, de consolidarse el apoyo parlamentario de la Liga-Q (50 asientos), el Gobierno de coalición, que cuenta con 127 diputados del PPP y otros 23 de un partido minoritario e independientes, volvería a tener una mayoría sobre el papel para poder sacar adelante su programa.
Consultado por Efe, el analista político Cyril Almeida descartó un cambio de Gobierno inminente, algo que achacó a la escasa voluntad en la oposición de asumir tal responsabilidad en medio de la crisis, pero observó que esta situación inestable da cada vez más pábulo a elecciones anticipadas a medio plazo.
Esta es la mayor crisis que atraviesa el Gobierno del PPP, que accedió al poder en marzo de 2008, desde que en el primer año de la legislatura fracasasen los intentos de formar una coalición con la Liga-N del ex primer ministro Nawaz Sharif por disputas en torno a la restitución de los jueces del Tribunal Supremo que Musharraf había expulsado durante su mandato.
Enfrascado en la lucha contra la insurgencia talibán y por reflotar una maltrecha y dependiente economía, el Ejecutivo ha sido objeto de continuas acusaciones de corrupción y criticado con frecuencia por su mala gestión, algo que se acentuó con la tragedia de las inundaciones de este verano.
El Ejército de Pakistán, en el poder durante más de la mitad de la historia del país, ha manifestado por el momento su deseo de mantenerse al margen del desarrollo político.