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El papa agrega a Juan de Ávila al exclusivo grupo de Doctores de la Iglesia

Ciudad del Vaticano, 7 oct (EFE).- El papa proclamó hoy "Doctores de la Iglesia" al español Juan de Ávila y a la alemana Hildegarda de Bingen, en la misa de apertura del Sínodo de Obispos para la Nueva Evangelización, en la que resaltó la figura de ambos santos, de los que dijo son "figuras luminosas, para admirar".
Juan de Ávila e Hildegarda de Bingen pasan a formar parte del exclusivo grupo de "Doctores de la Iglesia Universal". En los dos mil años de historia de la misma, sólo 35 santos forman parte de este reducido grupo.
Juan de Ávila, patrón del clero español, se une a otros grandes doctores de la Iglesia nacidos en España, como San Isidoro de Sevilla (560-636), Santa Teresa de Jesús (1515-1582) y San Juan de la Cruz (1542-1591).
Catalina de Siena, Teresa de Lisieux, Agustín de Hipona, Ambrosio de Milán, Gregorio Magno, Juan Crisostomo, Tomás de Aquino, Bernardo de Claraval, Francisco de Sales y Antonio de Padua son otros santos a los que los papas les otorgaron el título de "Doctor de la Iglesia Universal" por su erudición y por considerarlos maestros de fe para los fieles de todos los tiempos.
La proclamación se produjo a las diez de la mañana local (08.00 gmt), al comienzo de la misa solemne celebrada en la plaza de San Pedro del Vaticano y ante la presencia de decenas de miles de personas, entre ellas varios miles de españoles venidos de Almodóvar del Campo, Montilla y Baeza, las ciudades españolas donde nació, murió y ejerció gran parte de su labor Juan de Ávila, y de otros puntos de la península.
Fue pedida por el cardenal Angelo Amato, Prefecto de la Congregación de las Causas de los Santos, que estuvo acompañado de los Postuladores de las Causas.
Tras las lecturas de las biografías de los nuevos doctores, en español y alemán, Benedicto XVI procedió al rito, en latín.
"Nos, acogiendo el deseo de muchos hermanos en el Episcopado y de muchos fieles del mundo entero, tras haber escuchado el parecer de la Congregación para la Causa de los Santos, después de haber reflexionado largamente y alcanzado un total y seguro convencimiento, con la plenitud de la autoridad apostólica, declaramos a san Juan de Ávila, sacerdote diocesano, y a santa Hildegarda de Bigen, religiosa de la orden de San Benito, doctores de la Iglesia Universal".
Inmediatamente después, los presentes en la plaza vaticana rompieron en aplausos que duraron varios minutos y sonó música sacra, mientras ondeaban numerosas banderas españolas.
Todas las miradas se dirigieron entonces hacia la fachada principal de la basílica de san Pedro, donde colgaban dos grandes cuadros de los nuevos doctores de la Iglesia.
A la misa asistieron 49 cardenales, 7 patriarcas de Iglesias católicas de rito oriental, 71 arzobispos, 120 obispos y varios centenares de sacerdotes. Entre los asistentes se encontraban 62 prelados españoles, encabezados por el cardenal de Madrid, Antonio María Rouco Varela, venidos expresamente para la proclamación y algunos para el Sínodo.
En total, concelebraron con el papa 408 clérigos, entre ellos, además de Rouco Varela, los tres presidentes que tendrá el Sínodo para la nueva evangelización, los cardenales Francisco Robles Ortega, arzobispo de Guadalajara (México); el chino John Tong Hon, obispo de Hong Kong, y Laurent Monsengwo Pasinya, arzobispo de Kinshasa.
También asistió una delegación oficial española, encabezada por Soraya Sáenz de Santamaría, vicepresidenta del Gobierno y Ministra de la Presidencia, que cubría la cabeza con un velo negro, y María Dolores de Cospedal García, presidenta de la Junta de Castilla-La Mancha (gobierno autonómico), que lució mantilla española.
De la delegación española formó también parte el embajador ante la Santa Sede, Eduardo Gutiérrez Saénz de Buruaga; Rafael Mendívil Peydró, subsecretario de Asuntos Exteriores y de Cooperación; José Lozano García, alcalde de Almodóvar del Campo; Federico Cabello de Alba Hernández, alcalde de Montilla.