[Comentario de LACalle] El mundo entero está otra vez conmovido por la nueva y terrible acción del crimen organizado en manos del narcotráfico: la matanza en el Casino Royale de Monterrey, tercera ciudad en importancia de México.
Francisco Blake, secretario de Gobernación del estado de Nuevo León, cuya capital es Monterrey, ciudad industrial del norte de México, dijo que “lamentablemente este acto es una muestra más de la irracionalidad del crimen organizado y de su desprecio por la vida”.
Al que menos le importa tal advertencia, es al crimen organizado.
El ya fallecido escultor antioqueño Rodrigo Arenas Betancur, que vivió en México muchos años, diría: “Este es el hombre del juicio final y así son sus actos”.
Al crimen organizado no le importó que ese casino de Monterrey estuviese lleno de personas y le prendió fuego. Es la dinámica del narcotráfico, que desconoce toda ley que no haga parte de sus leyes atroces.
El hombre del supuesto juicio final es producto del sistema, de la economía, de la religión del dinero, del cual, cuando es demasiado, nuestros viejos decían que “es un infierno”.
No hay moral, no hay orden jurídico, no hay respeto.
Nada que no sean sus ganancias le importa al narcotráfico. Nosotros aquí lo sabemos porque ya hemos pasado por dolores inmensos causados por el narcoterrorismo… Lo ocurrido es producto del sistema, y ese sistema no promete que algo hará.
Luis Alirio Calle M.
@luisaliriocalle