Bogotá,(EFE).- El escándalo por la presunta corrupción en las compras y licitaciones del Ejército colombiano llevó hoy al Ministerio de Defensa a reconocer que hubo irregularidades en algunos contratos de ese cuerpo y a tomar las primeras medidas para salir al paso de las denuncias de prensa.
El caso, revelado por la revista Semana, ha causado revuelo no sólo porque saca a la luz el tráfico de influencias que se mueve al interior del Ejército, una de la instituciones más poderosas de la nación, sino también porque muestra la laxitud con la que son tratados algunos militares de alta graduación que están detenidos.
Según las conversaciones divulgadas por la revista, el eje de la trama, el coronel Róbinson González del Río, detenido desde 2012 en una guarnición militar acusado de ejecuciones extrajudiciales, manejaba desde la prisión los hilos de algunos contratos o por lo menos interfería en su adjudicación.
El ministro de Defensa, Juan Carlos Pinzón, que hoy reiteró su "cero tolerancia a la corrupción", admitió que una auditoría aleatoria hecha el último trimestre por la Inspección General del Ejército encontró diez contratos de la Aviación del Ejército "con una posible connotación disciplinaria por deficiencias administrativas".
La Aviación del Ejército es una de las ramas mencionadas en las conversaciones sobre contratos amañados entre el coronel González del Río y un socio con el que presuntamente manejaba negocios desde la cárcel.
"Tomando en cuenta la gravedad de los hechos publicados en este tema contractual (...) le estoy solicitando a la Contraloría General de la Nación, así como a la Fiscalía General (...) se lleven a cabo todas las acciones e investigaciones que se consideren necesarias", manifestó el ministro en una declaración a la prensa.
Pinzón anunció además que dio la orden de "llamar a calificar servicios al teniente coronel González del Río y su traslado a otro centro de reclusión", y también dispuso el paso a retiro de "la cadena de mando" responsable del manejo de los centros de reclusión militar en la época en la que se hicieron las grabaciones, entre 2012 y 2013.
El vicefiscal general, Jorge Perdomo, consideró "inaudito" que militares detenidos se muevan con la libertad que tenía González del Río y recomendó "hacer una revisión de la política penitenciaria" en este caso concreto.
Antes de que el ministro anunciara las primeras sanciones presentó su dimisión el jefe de operaciones conjuntas de las Fuerzas Militares, general Javier Rey Navas, un oficial con 35 años de servicio, cuatro de los cuales estuvo al frente de la División de Asalto Aéreo del Ejército.
La cabeza del general Rey Navas y el paso a retiro del coronel González del Río y de oficiales que tenían bajo su mando el control de los centros de detención militar parecen ser, por el momento, las principales consecuencias de este escándalo, el segundo que Semana destapa en el Ejército este mes.
La mayoría de los partidos políticos, que están ocupados con la campaña para las elecciones legislativas de marzo y las presidenciales del 25 de mayo, han guardado silencio, con excepción del movimiento uribista, que salió en defensa del Ejército, y de la la oposición de izquierdas que hoy volvió a pedir la renuncia del ministro de Defensa.
Según el representante a la Cámara Iván Cepeda, del Polo Democrático Alternativo (PDA), "los sucesivos escándalos de corrupción en el Ejército", como el supuesto espionaje a personalidades políticas y a negociadores de paz del Gobierno con las FARC, "muestran una situación de descomposición generalizada que requiere una reforma de carácter estructural".
"El ministro Pinzón debe asumir la responsabilidad política. Resulta inaceptable que mientras le dispara continuamente al proceso de paz ocurran estos graves hechos en la cartera bajo su responsabilidad", pidió la Alianza Verde.
Por su parte el candidato presidencial Óscar Iván Zuluaga, del Centro Democrático, movimiento liderado por el expresidente Álvaro Uribe, culpó al Gobierno de la situación porque, a su juicio, la tropa se está "desmoralizando" por falta de apoyo.