Londres, 9 feb (EFE).- El ministro británico de Medio Ambiente, Owen Paterson, convocó hoy a representantes de cadenas comerciales en el Reino Unido para tratar sobre la carne de caballo encontrada en platos preparados, al tiempo que el supermercado Aldi confirmó que sus productos también se han visto afectados.
Al término de la reunión, Paterson se comprometió, en declaraciones a la prensa, a llegar "al fondo del asunto" y averiguar si la presencia de carne equina no declarada en productos de ternera se debe a una contaminación o "a una conspiración delictiva".
En este sentido, la Agencia británica de estándares alimenticios (FSA, en inglés) se ha puesto en contacto con la Policía británica para analizar el asunto, si bien de momento no se ha abierto una investigación policial.
Owen adelantó que se analizarán todos los productos de vacuno procesados comercializados en este país para determinar el alcance de la situación, y se espera contar con los resultados el próximo viernes.
El ministro abordó el caso, que ha obligado a la retirada de numerosos alimentos de los supermercados, con representantes de las principales cadenas comerciales y la Federación de Alimentación y Bebidas, que representa a marcas como Findus, en presencia también de la FSA.
Paterson quiso saber en qué punto de los procesos internos de control las empresas analizan el tipo y procedencia de la carne de sus productos para ver "si se pueden mejorar los sistemas actuales", indicó.
Paralelamente, la cadena de supermercados Aldi confirmó anoche que ha encontrado entre un 30 y un 100 % de carne de caballo en dos de sus platos de lasaña y boloñesa, y expresó su "decepción" con el suministrador francés, Comigel, asociado también con Findus.
Esos productos ya han sido retirados de los supermercados como medida de precaución, si bien no se cree que presenten un riesgo para la salud pública.
El pasado jueves, el fabricante británico de alimentos Findus UK informó de que algunas de sus lasañas de ternera, suministradas por el proveedor Comigel, contenían carne de caballo.
Este anunció se sumó al escándalo desatado a mediados del pasado mes cuando se halló ADN de equino en hamburguesas de cinco cadenas de supermercados con presencia en el Reino Unido e Irlanda, entre ellas Tesco.