La Habana, 11 mar (EFE).- Los negociadores del Gobierno de Colombia y las FARC iniciaron hoy en Cuba el séptimo ciclo de los diálogos de paz, marcado por el reto de cerrar un acuerdo sobre la cuestión agraria para proseguir con la agenda pactada en este proceso.
Los delegados del presidente Juan Manuel Santos y de la guerrilla vuelven a la mesa de negociación en un momento de optimismo después de que las partes reconocieran al cierre de la anterior ronda que han pasado de las aproximaciones a los acuerdos en las políticas de desarrollo agrario integral para Colombia.
"Venimos con instrucciones del presidente de avanzar, de tratar de terminar el punto uno de la agenda que es el tema relacionado con el desarrollo agrario integral", dijo Humberto de la Calle, jefe de los negociadores gubernamentales en declaraciones divulgadas este lunes por su equipo de prensa.
Por su parte, las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) plantearon hoy una nueva batería de ocho propuestas sobre "el derecho a la tierra y territorio de las comunidades indígenas, afrodescendientes, raizales y palanqueras y de los territorios interétnicos e interculturales".
Casi cuatro meses después del inicio de los diálogos de La Habana las partes han consensuado cinco folios de acuerdos puntuales sobre la cuestión de la tierra, el primer tema de la agenda de la negociación y también el más complejo al estar en la génesis del conflicto armado que padece Colombia hace casi medio siglo.
La nueva fase del diálogo está también signada por el reciente llamamiento del Congreso colombiano a las partes para que alcancen un acuerdo de paz definitivo a más tardar en julio próximo, para poder refrendarlo legislativamente sin que afecte al proceso electoral previsto en el país en 2014.
En el caso de que los delegados del Gobierno y la guerrilla logren cerrar la cuestión de la tierra, el siguiente punto de debate será el de la participación política de las FARC, de acuerdo con la agenda que las partes pactaron como "hoja de ruta" del diálogo.
Dentro de este punto se contienen aspectos como los derechos y garantías para el ejercicio de la oposición política en general y en particular para "los nuevos movimientos que surjan luego de la firma del acuerdo final" de paz.
Esta etapa de las conversaciones, que será la sesión más larga hasta la fecha (se extenderá hasta la víspera de la Semana Santa), comienza tras el fallecimiento la semana pasada del presidente de Venezuela, Hugo Chávez, que fue una figura clave en el actual intento de lograr una solución dialogada al conflicto.
Así lo reconoció el propio Juan Manuel Santos el pasado 5 de marzo al conocerse la muerte de Chávez, a quien atribuyó los avances obtenidos para el diálogo entre su Gobierno y las FARC y al que agradeció "su dedicación y compromiso sin límites" en el proceso.
A lo largo de los últimos días las FARC han emitido varias declaraciones de tributo y reconocimiento a Chávez que hoy reiteraron al llegar al Palacio de Convenciones de La Habana, donde volvieron a rendir homenaje al fallecido mandatario venezolano al que calificaron como "el presidente de la paz y de la hermandad latino-caribeña".
"La delegación de paz, como el conjunto de las FARC y la familia colombiana, también están de luto, que se convierte en fuerza moral para seguir adelante", manifestó en nombre de la guerrilla, Seuxis Paucias Hernández, alias "Jesús Santrich".
En los diálogos para intentar la paz en Colombia actúan como garantes los Gobiernos de Cuba y Noruega en tanto que Venezuela y Chile participan en el proceso como países "acompañantes".