Por lo general, podríamos pensar que para presenciar el cambio entre el día y la noche se requiere esperar varias horas o recorrer una gran distancia a alta velocidad.
Sin embargo, desde un punto curioso de la Tierra, es posible observar la demarcación entre la luz y la oscuridad.
Esto ocurre en las islas Diómedes, que están separadas por apenas 4 km y también son conocidas como la isla de Ayer y la isla de Mañana.
El meridiano de Greenwich pasa entre estas dos islas, marcando la diferencia horaria y ubicándolas en zonas horarias distintas.
Mientras que en una isla es viernes, en la otra todavía es jueves. Lo más asombroso es que durante cierta época del año, cuando el sol apenas se asoma en el horizonte, la escasa luz crea una marcada división que separa el área iluminada de la noche.
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