Lisboa, 15 nov (EFE).- La Unión Europea (UE) observa señales de estabilización e incluso de reducción en el consumo de cocaína y heroína en el continente, aunque advierte de la proliferación de nuevas drogas sintéticas de difícil control.
Este es el panorama general que dibuja el Observatorio Europeo de Drogas y Toxicomanías (OEDT) en su informe anual de 2012, divulgado hoy en Lisboa -donde está su sede-, y que confirma la "pérdida de popularidad" de la cocaína así como el descenso sostenido del uso de heroína.
El estudio, elaborado con estadísticas nacionales de 2010 facilitadas por los 27 miembros de la UE más Croacia, Turquía y Noruega, recuerda que estas dos sustancias siguen causando "una gran parte del daño asociado al consumo de drogas en Europa", aunque aporta datos para el optimismo.
"Nos acercamos cada vez más a una nueva era en la que la heroína desempeñará un papel mucho menos importante en el problema de las drogas en el continente", señala la agencia europea sobre las drogas, que precisa que persisten en cualquier caso "considerables diferencias entre países".
La muerte por sobredosis, la propagación del VIH y el virus de la Hepatitis C, así como su estrecha relación con la delincuencia, hicieron "que la política europea en materia de drogas se centrara en la heroína", aunque en opinión de los autores de este análisis es el momento de "desarrollar respuestas a las nuevas amenazas".
El organismo comunitario estima que 1,4 millones de europeos son consumidores "problemáticos" de opiáceos, entre ellos la heroína, sustancia que representa el 50 % de todas las solicitudes de tratamiento por adicción en el continente.
En cuanto a la cocaína, la segunda droga más consumida de Europa, el Observatorio insiste -tal y como ya avanzó el año pasado- en que "podría estar perdiendo su imagen de estupefaciente de alto nivel".
El informe considera que la cocaína alcanzó su cenit durante la pasada década, hasta el año 2008-2009, y desde entonces la tendencia es a la baja.
Según sus datos, se estima que cerca de 15,5 millones de europeos -de una población en la UE de más de 500 millones- han probado alguna vez esta droga, 4 millones lo hicieron durante el último año y 1,5 la consumieron en el último mes.
Los responsables del OEDT creen que los nuevos retos están vinculados al avance de las ventas de drogas a través de Internet, la aparición continua de nuevas sustancias psicotrópicas y al aumento de la disponibilidad y el consumo de las drogas sintéticas, lo que exige no sólo una mayor sensibilidad hacia estas sustancias, sino también cambios normativos.
El estudio califica el mercado de las drogas como "cada vez más complejo y dinámico" e incide en que la proliferación de nuevas sustancias -se detecta una por semana, aunque son más- obliga a reforzar la coordinación entre los diferentes países para prohibir y perseguir estas drogas.
Todo ello se produce en un contexto de fuerte crisis financiera en el seno de la UE, lo que "reduce los recursos destinados a solucionar todo tipo de problemas sanitarios y sociales", por lo que es "esencial" destinar los fondos disponibles a "actividades bien dirigidas y de eficacia probada", según el informe.
Respecto a la situación del cannabis, la UE ha detectado que pese a mantenerse como la sustancia con mayor prevalencia entre sus ciudadanos "los niveles de consumo se mantienen relativamente estables e incluso han caído en alguno países".
Se calcula que 80 millones de europeos lo han probado a lo largo de su vida al menos una vez, número que se reduce hasta 23 millones en el caso de quienes han hecho uso de él en el último año y a 12 millones en el último mes.
El mercado europeo presenta "una oferta muy amplia de productos" derivados de esta droga, de acuerdo con el estudio, que diferencia entre la resina de cannabis y la hierba de cannabis.
El aumento de la producción de esta última en la UE "ha reducido el consumo de material importado", señala el OEDT, que alerta sin embargo que esta tendencia "podría exponer a los consumidores a formas más potentes" de esta droga.