ohannesburgo, (EFE).- El oficialista Congreso Nacional Africano (CNA) lleva camino de lograr una nueva mayoría absoluta en las elecciones generales celebradas ayer en Sudáfrica, pues los resultados parciales le dan más del 60 por ciento de los votos.
Según informó hoy la Comisión Electoral Independiente, el CNA ha obtenido un 62,2 por ciento de los apoyos, con el 75,3 por ciento de los distritos electorales escrutados.
De confirmarse esta tendencia, el CNA perdería más de tres puntos respecto al porcentaje cosechado hace cinco años, cuando el actual presidente y candidato a la reelección por esta formación, Jacob Zuma, accedió a la jefatura del Estado.
A falta de finalizar el recuento, la segunda posición es para el primer partido de la oposición, la Alianza Democrática (DA), que consigue, de momento, un 22,6 de los sufragios, seis puntos más que en las últimas elecciones en 2009.
Estos resultados parciales apuntan a una nueva mayoría absoluta parlamentaria del CNA, que permitiría a Zuma formar Gobierno y dirigir el país durante otros cinco años.
El CNA -que lideró la lucha contra el régimen segregacionista del "apartheid" y gobierna sin interrupción el país desde su caída en 1994- supera con esta victoria aplastante la crisis de popularidad de Zuma, implicado en varios escándalos de corrupción en una legislatura marcada por el bajo crecimiento económico y el paro.
La tercera fuerza más votada, con un 5,3 por ciento de los votos, es el recién creado Luchadores Económicos de la Libertad (EFF), del populista de izquierdas Julius Malema.
A sus 32 años, Malema conseguiría entrar con fuerza en el Parlamento con una agresiva apuesta por la nacionalización de las minas y la redistribución de la tierra.
Según estimaciones de la televisión pública sudafricana, la SABC, el CNA se haría con 260 de los 400 escaños del nuevo Parlamento, cuatro menos que los que tenía en la última legislatura.
El mayor beneficiado por el reparto sería la DA, que pasaría de 22 a 89 diputados.
Los EFF se adjudicaría 21 escaños, mientras que los partidos de las minorías zulú y afrikáner, Inkhata y el Partido Nacional de la Libertad, ocuparían nueve y seis asientos, respectivamente.
Por ahora, el CNA ha rebasado la frontera de los seis millones de votos, frente a los más de dos millones de sufragios conseguidos por la DA y los cerca de medio millón de los EFF.
Más del 70 por ciento de los 25 millones de sudafricanos que se habían registrado -por imperativo legal- para votar acudieron este miércoles a las urnas, según los datos de la Comisión Electoral.
La jornada de la votación estuvo marcada por la calma y el ambiente festivo, pese a los disturbios ocurridos en algunas zonas deprimidas del país.
"Las elecciones generales de 2014 han sido un nuevo hito en la historia democrática de nuestro país. Gracias, Sudáfrica, por mantener nuestra democracia fuerte y vibrante", señaló hoy la portavoz del Gobierno, Phumla Williams, que calificó el proceso electoral de "pacífico y exitoso".
Además de elegir el Parlamento nacional, los sudafricanos votaron también a los parlamentos de las nueve provincias en que se divide el país.
Según los resultados parciales, la DA volvería a ganar en la provincia del Cabo Occidental (de la que es capital Ciudad del Cabo) con alrededor del 60 por ciento de los votos, lo que llevaría a su líder, Helen Zille, a seguir gobernando la provincia.
Mientras tanto, el resto de regiones continuarán bajo el control del CNA, que mantendría la mayoría absoluta en Gauteng -motor económico del país, y donde se encuentran Johannesburgo y Pretoria- y se acercaría al 80 por ciento de los votos en regiones como Mpumalanga, Limpopo o el Cabo Oriental.
Las de ayer fueron las quintas elecciones democráticas y no raciales de la historia del país austral, y las primeras tras la muerte del padre de la democracia sudafricana, el expresidente Nelson Mandela, el pasado 5 de diciembre.
Sudáfrica celebra este año el vigésimo aniversario del final del régimen racista del "apartheid", que durante más de medio siglo privó de derechos políticos a los ciudadanos no blancos del país.