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Washington, 17 mar (EFE).- El Gobierno de Colombia tiene que "hacer más" para resolver problemas en torno a derechos laborales, la violencia contra sindicalistas y enjuiciar a los responsables de esa violencia, afirmó hoy una funcionaria de alto rango de Estados Unidos.
"Entendemos que la Administración Santos comparte estas preocupaciones y nos alientan sus acciones recientes. Pero se necesita hacer más", dijo la subrepresentante de Comercio Exterior de EE.UU., Miriam Shapiro, durante una audiencia en la Cámara de Representantes.
Shapiro sugirió que un avance en esos temas contribuiría a impulsar la eventual ratificación del convenio comercial con Colombia.
"Ahora tenemos una ventana de oportunidad para trabajar en pos de lograr importantes mejoras, y no estamos perdiendo ni un sólo momento para lograr eso", agregó Shapiro, quien indicó que se reunirá hoy con funcionarios de alto rango de Colombia que han viajado a Washington para continuar el diálogo.
Shapiro hizo esas declaraciones durante su testimonio ante el subcomité de Comercio de la Cámara de Representantes, una de las dos audiencias que realiza hoy el Congreso sobre el Tratado de Libre Comercio (TLC) de Colombia.
La otra audiencia se realizará en el Subcomité para el Hemisferio Occidental de la Cámara Baja.
Shapiro delineó la serie de consultas que las autoridades estadounidenses han venido realizando con Colombia para avanzar en la eventual votación del TLC, suscrito en noviembre de 2006.
La Administración Obama afronta una creciente presión de demócratas y republicanos para que los pactos comerciales con Colombia y Panamá se sometan a votación simultáneamente con el de Corea del Sur.
Pero también es objeto de grandes presiones de sindicatos y grupos defensores de los derechos humanos, que exigen un mayor combate a la impunidad en los crímenes contra líderes sindicalistas en Colombia.
Shapiro dijo que la Administración Obama trabaja con "diligencia y cuidado" para avanzar en las negociaciones y que comparte las preocupaciones sobre los derechos laborales que también han expresado muchos líderes del Congreso.
La funcionaria de la Oficina del Representante de Comercio Exterior (USTR) sugirió que, entretanto, el Congreso puede respaldar la "estratégica alianza económica con Colombia mediante la renovación" de las preferencias arancelarias andinas "durante el tiempo que sea posible".
Pero las palabras de Shapiro no han calmado las críticas de que la inacción del Gobierno de Obama en estas lides sólo perjudica a la economía estadounidense.
El presidente del subcomité, el republicano Ken Brady, reiteró la postura de su partido de que los tres pactos comerciales deben ser considerados en el Congreso para el próximo 1 de julio, que es cuando el Gobierno quiere que se apruebe el TLC con Corea del Sur.
"¿Por qué tanta urgencia? La respuesta es sencilla: mientras la Administración se demora, EE.UU. está quedando a la zaga" y Colombia suscribe acuerdos con otros países, incluyendo Canadá, dijo Brady.
Por su parte, Jim McDermott, el demócrata de mayor rango en el subcomité, consideró que si bien Colombia es un fuerte aliado de EE.UU., debe mejorar las condiciones laborales y de derechos humanos. También criticó la postura republicana de supeditar la aprobación del TLC con Corea del Sur al de Colombia.
Así las cosas, el TLC con Colombia es otro de los temas apremiantes que afronta el presidente Barack Obama, que se apoya en el libre comercio para cumplir con la meta declarada de duplicar las exportaciones en cinco años y así generar miles de puestos de empleo.
Aparte del estancamiento de los pactos comerciales, la política exterior de Obama también se ve afectada por la crisis nuclear en Japón, las revueltas en Oriente Medio, y las luchas presupuestarias en el Congreso para el año fiscal en curso y el de 2012.