Con siete años, Tomás Aguirre fue testigo de su primer eclipse solar, su madre fue la compañía ideal para presenciar este espectáculo de la naturaleza, que en Medellín, sólo se pudo disfrutar hasta en un 26% a las 2:39 de la tarde.
Aunque muchas personas recurrieron a instrumentos caseros para ver el eclipse, Tomás y muchas personas más usaron los 7 telescopios que dispuso el Planetario de Medellín para disfrutar por primera vez de un evento astronómico de esta categoría.
Las filas de más de una hora no fueron excusa ni para Tomás, ni para el resto de ciudadanos que querían disfrutar de este evento que no sucedía hace 9 años.
