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Entre los cerca de 40 mil hinchas rojos que compraron boleta para la final estaba Oliva Sánchez, quien a sus 74 años llegó con la con la ilusión y la convicción de que Independiente Medellín ganaría la séptima estrella.
Dijo haber hablado con los jugadores de Independiente Medellín y el técnico Octavio Zambrano antes del partido para aconsejarlos.
Llegó con toda la pinta: bandera, camiseta, gorra, mochila y hasta gafas se puso para mostrarle el cariño a su equipo y sin ningún problema entra a la tribuna popular, porque según ella, si no es allá, no tiene sentido ir al estadio.
Disfrutó del juego, pero no del título, aunque con lo visto en la cancha ella piensa que el aplazamiento de la celebración no será por mucho tiempo.
