Nunca es tarde para emprender y este es el caso de Gloria. La pérdida de su sobrino impulsó a esta mujer a crear un emprendimiento que se convirtió en un respiro económico, pero también emocional.
Cuando perdió a su sobrino en un accidente, doña Gloria pensó que su mundo se acababa, pero emprender se volvió su salvación.
“Ese era mi niño menor, era una cosa de locos conmigo. Yo decía que iba a enloquecer y dije: no, no puedo, tengo a mi papá a cargo mío. A raíz de eso, decidí emprender; y es que nunca es tarde para emprender”, relató Gloria Eugenia Jaramillo, repostera de Castilla.
Y es que, a pesar de irse, su sobrino nunca la abandonó, pues él puso los cimientos para lo que hoy tiene.
“Me dijo el niño: tía, guarda esto que te va a servir. Entonces yo lo guardé, después lo saqué y a raíz de que el niño quería que cambiara la cocina, la cambié. Ese seguro me sirvió para cambiar la cocina y comprar mi horno”, agregó doña Gloria.
Así surgieron sus tortas “Deleite”, un emprendimiento que ha crecido tanto que doña Gloria ya sueña con una gran empresa.
“Es una forma de afrontar el duelo y de sobresalir moralmente, porque yo me sentía muy triste y muy agobiada. Yo decía que no era capaz”, finalizó.
Con sus tortas, doña Gloria ha logrado transformar un pasado amargo en un presente dulce. Más que un emprendimiento, es una historia de resiliencia, de cómo convertir un duelo en Deleite, Amor y Tradición.
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