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Diabéticos y el riesgo de perder la visión

Diabéticos y el riesgo de perder la visión

México, 7 nov (EFE).- En México hay 14 millones de diabéticos. Estos pacientes corren un alto riesgo de perder la visión a consecuencia de esa enfermedad, lo que se llama retinopatía diabética.

Los médicos recomiendan que todos quienes padecen esta dolencia acudan a su oftalmólogo cuanto antes por lo menos una vez al año.

Según datos de la Federación Mexicana de Diabetes, en México existen 14 millones de diabéticos. Estos pacientes corren un alto riesgo de perder la visión a consecuencia de esa enfermedad, lo que se llama retinopatía diabética.

“Hace tres meses empecé a ver como una nube en el ojo derecho. Veía nublado”, cuenta Rubén García, de 38 años y residente en el Estado de México. Diabético desde hace 14 años, este chofer ya retirado debido a su enfermedad, lamenta no haber recibido antes mayor información al respecto. “Me hubiera gustado saber algo más para tratarme a tiempo y evitar lo que estoy padeciendo”.

Normalmente, un paciente afectado de retinopatía diabética no experimenta nada sospechoso en la visión. Puede que observe algunas manchitas de sangre en la superficie de sus ojos, pero nada demasiado sospechoso.

SELLAR FILTRACIONES.
Este paciente de retinopatía diabética acude tres veces por semana a consulta. “Ya se está dañando el ojo izquierdo y por eso me dan rayos láser para ver si no va a más”.

El láser pretende sellar las filtraciones y evitar que los vasos sanguíneos sigan sangrando. Tiene que guardar reposo absoluto. Sufre de sangrado en los dos ojos, lo que es muy molesto. Utiliza lentes oscuros para protegerse del sol. No puede agacharse ni realizar ningún esfuerzo físico. El riesgo es que se le desprenda la retina. Una vida cotidiana nada fácil.

“Después de 20 años de sufrir la enfermedad, prácticamente el 100% de los pacientes con diabetes mellitus tipo I tienen retinopatía diabética, contra el 60% de los pacientes con diabetes mellitus tipo II”, explica Armando Castillejos Chévez, médico oftalmólogo de la Asociación para evitar la Ceguera en México (IAP).

“La causa más frecuente de pérdida de visión útil es el edema macular, que afecta aproximadamente al 10% de los pacientes que tienen retinopatía diabética”, indica el experto.

El doctor indica que el edema macular se caracteriza por visión borrosa, de aparición lenta e insidiosa y se relaciona directamente con el control de la glucemia en los pacientes, así como con la presencia de otras enfermedades, como hipertensión arterial y nefropatía.

“El edema macular que se relaciona con esta enfermedad es una de las principales causa de ceguera en este país, aunque no la única”, continúa Castillejos. “También pueden padecer otras patologías derivadas de la diabetes mellitus, tales como cataratas, glaucoma y desprendimiento de retina; algunas de estas enfermedades pueden acabar en ceguera total, si no se atienden a tiempo”, alerta el experto.

Por ende, si el paciente lleva 15 años o más de diabético, es imperante que sea revisado por un oftalmólogo para prevenir pérdida de la visión.

UN DAÑO PROGRESIVO.
En entrevista con Efe, el médico asegura que, cada vez con mayor frecuencia, se están diagnosticando personas con edema macular, fruto de una retinopatía diabética: incompetencia de los vasos sanguíneos del ojo. De hecho más del 70% de los pacientes con esta dolencia desarrollan el edema macular a lo largo de su vida.

La retinopatía diabética es un daño progresivo que afecta principalmente a la parte del ojo sensible a la luz (en los vasos sanguíneos de la retina). Lo más grave es que puede causar la ceguera total.

En opinión de Castillejos, la enfermedad puede empeorar si no se controla a tiempo. Algo que le ocurrió al paciente Rubén García. “Nadie me dijo nada. Hasta que me hicieron un análisis y me detectaron la retinopatía diabética. Es necesaria mayor información”, pide.

La retinopatía diabética es una dolencia crónica no transmisible. Además, el oftalmólogo de la Asociación para evitar la Ceguera en México (IAP) constata que cada vez llegan a consulta pacientes más jóvenes, lo que dificulta controlar la diabetes y que ocasionará, lo más seguro, una retinopatía diabética.

“Debido a esto están aumentado los sujetos que presentan pérdida paulativa de visión (edema macular diabético)”, subraya el galeno.

¿QUÉ HACER?
De la mano de un médico especialista urge controlar los niveles de colesterol y de triglicéridos, la presión arterial y la glucosa. Una vez que el paciente está en observación se puede iniciar un tratamiento tradicional, como el que sigue Rubén García, a quien aplican láser para regular el desarrollo de su edema macular.

La prevención entre quienes sufren diabetes se hace fácilmente en consulta a través de unos análisis sencillos: prueba de agudeza visual, examen con dilatación de pupila o una tonometría para medir la presión en el interior del ojo.

Los expertos coinciden en que cualquier persona que tenga familiares diabéticos debe saber que puede desarrollarla en algún momento.

Prevenir el mal pasa por equilibrar la nutrición del paciente consumiendo alimentos ricos en vitamina A (hígado, zanahoria, mantequilla, espinacas, huevos, mango, queso graso, etc) y en Omega 3 (pescados, espinacas, trigo, lechuga, pepino, piña, almendras, etc).

Una cosa es el edema macular y otra la degeneración macular a consecuencia de la edad. Esta última la padecen, sobre todo, los adultos mayores de 70 años, explica Castillejos. “Muchos pacientes con edema macular son hijos de gente que ha sufrido degeneración macular. Es primordial, por ello, visitar al oftalmólogo a partir de los 45 años”, recomienda.

Hay que recordar que el riesgo de que aparezca la retinopatía diabética aumenta en los pacientes diabéticos y no olvidar que las terapias utilizadas hasta el momento pueden paliar los daños, más no quitar los que ya se han producido. De ahí la importancia de las revisiones periódicas.