Por la décima versión del Jamming Festival que se realizaría el pasado 19, 20 y 21 de marzo, en Ibagué, que se aplazó repentinamente un día antes del evento, la Superintendencia de Industria y Comercio (SIC) detalló las dos opciones normativas para las empresas que cancelaron o modificaron los eventos.
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La primera opción es que existe la posibilidad de que los organizadores se acojan al decreto 818 del 2020, el cual da un alivio a los empresarios debido a la crisis económica causada por la pandemia del covid-19.
Esta normativa dice que es posible aplazar el desembolso de las boletas hasta que termine la vigencia del decreto, que sería hasta el 30 de abril de 2023.
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Víctor Manuel Rodríguez, director de Arte del ministerio de Cultura, dijo:
Lo que hace este decreto es que les permite tener un alivio al momento de volver de la pandemia. Es necesario entender que en las boletas también participa la Superintendencia de Industria y Comercio, que deben revisar la denuncia y el caso.
La segunda es que la organización del evento, Buena Vibra, emitió un comunicado en donde declaraba el aplazamiento del festival. Allí disponían varias opciones para los compradores de boletería, por ejemplo que pidieran el reembolso del dinero. Sin embargo, no han comunicado cuándo se iniciará el procedimiento para el reintegro del dinero
La SIC señaló que los usuarios afectados pueden interponer demandas de efectividad de la garantía ante la delegatura de Asuntos Jurisdiccionales de la Superintendencia de Industria y Comercio de acuerdo con las normas generales de protección al consumidor vigentes, en particular la Ley 1480 de 2011 (Estatuto del Consumidor).