Gracias a labores de inteligencia militar y a información suministrada por la red de participación cívica, el Ejército halló un cristalizadero para el procesamiento de clorhidrato de cocaína y un laboratorio para el procesamiento de pasta de base de coca en la vereda el Edén, del municipio del Carmen, zona limítrofe entre los departamentos de Norte de Santander y el Cesar, pertenecientes al frente Camilo Torres del Grupo Armado Organizado Eln.
El cristalizadero tenía tres estructuras de madera que medían 230 metros cuadrados y contenían una planta eléctrica, 14 canecas con capacidad de 55 galones cada una con combustible tipo Acpm en su interior, tres canecas con capacacidad de 55 galones cada una con gasolina en su interior, una lavadora, dos extintores, 10 hornos microondas, cuatro grameras, dos contadores de energía, una prensa hidráulica industrial, 60 rollos de cinta aislante, ocho tanques con capacidad 1000 litros cada uno con tiner en su interior, 72 bultos de 50 kilos con soda caústica, seis motores compresores de aire, una electrobomba y 50 metros de tela blanca; elementos que le permitía al Eln producir más de una tonelada mensual de clorhidrato de cocaína.
Los elementos ubicados fueron destruidos de manera controlada.
El laboratorio tenía una construcción de madera de 70 metros cuadrados, en su interior había cuatro tanques plásticos con capacidad de 500 litros cada uno con sustancias al parecer ácido, siete canecas plásticas de 55 galones con tinner, seis bultos de soda caústica, tres bultos de urea, siete canecas de cuatro galones con acetona, una estufa industrial de una boquilla, un cilindro de 40 libras, una lavadora de 16 libras y un rollo de tela blanca.
