Luego de tres meses de incomodidades y sin un panorama claro de retorno a sus hogares en el campo donde dejaron todo por huir de las balas de los grupos armados ilegales, las familias campesinas que permanecen albergadas en el coliseo de Tarazá decidieron regresar por sus propios medios a las veredas Tahamí, Doradas Alta y Tesorito.
“Hicieron caso omiso a ese llamado que nosotros hicimos, pues las personas que hicieron se cansaron de estar ahí pues ahí las condiciones y las comodidades no eran las mejores, yo hoy no puedo hablar de un retorno, porque cuando se habla de un retorno se habla de unas garantías de seguridad, de un acompañamiento estatal, de los misterios en materia de infraestructura, en materia de vías”, aseguró el alcalde Yomer Fabián Álvarez, alcalde de Tarazá.
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El alcalde reconoce el apoyo de la Gobernación de Antioquia y de la Unidad de Víctimas con ayudas, pero asegura que esto no fue suficiente. En la zona hay presencia de Ejército pero el orden público sigue siendo complejo.
“Pero nosotros hoy no tenemos la capacidad de garantizarle la seguridad a esas personas en el territorio, el garante de la seguridad en la ruralidad es el Ejército Nacional, ahí hay presencia del Ejército Nacional, de ahí a que es esa presencia sea efectiva, sea eficaz para esas personas allá es una cosa muy diferente”, añadió el mandatario.
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De estas 144 personas algunas regresaron a sus territorios, otros se quedaron en el casco urbano y otra parte se reubicaron en el vecino municipio de Valdivia.