En nuestros recorridos por las calles, en busca de esos artistas callejeros que emocionan y entretienen a los transeúntes, encontramos a dos jóvenes que sacan suspiros de susto al verlos colgados de una tela, atada a un árbol en uno de los semáforos de la Milla de Oro en El Poblado.
En Milla de Oro, cerca de un reconocido centro comercial, unos acróbatas aéreos que hacen malabares colgados de una fina tela, distraen con su arte a los conductores que por allí pasan. La reapertura cultural, comienza vivirse, en medio de la insistente pandemia.
Estos jóvenes, que salen a diario a las calles a contagiar de positivismo a los desprevenidos espectadores, tienen en su arte, un mensaje de esperanza.
Artistas como Rubén y Jhon Esteban, tienen muy claro por qué quieren seguir cultivando sus habilidades.