Aunque con un vistazo rápido éste edificio ubicado a un costado de la Avenida Las Palmas pareciera estar abandonado y en condición de ruina, la realidad es otra. Detrás de estas lonas verdes habitan viarias y numerosas familias de venezolanos de forma irregular.
Samir es quien tomó la vocería y según él decidieron ocupar el inmueble debido a los escasos recursos económicos con los que cuentan. La mayoría de ellos son madres jóvenes y menores de edad.
El grupo de venezolanos es consciente de que su actuar no es legal y que en cualquier momento podrían ser desalojados del lugar por parte de las autoridades, sin embargo aseguran estar dispuestos a seguir una ruta de atención.
Según el último registro oficial de migrantes venezolanos en Medellín, hasta diciembre, se habían inscrito 86 mil en la ciudad.