Daniela Sepúlveda tiene solo 21 años, pero ya está marcando huella en dos caminos que históricamente han sido dominados por hombres: el transporte de carga pesada y las plataformas digitales. Esta joven paisa, nacida y criada en Medellín, cambió los estereotipos por el volante de una tractomula y ha sabido combinar su pasión por la conducción con la creación de contenido en redes sociales, donde ya suma más de 100 mil seguidores en TikTok.
La historia de Daniela comienza entre motores, aceite y herramientas. Su padre, un mecánico apasionado, fue quien le transmitió el amor por los vehículos. Aunque en su niñez soñó con ser modelo o doctora, la vida la condujo por una ruta inesperada cuando, a los 16 años, recibió como regalo su primera licencia de conducción. Fue entonces cuando se subió al primer vehículo, y desde allí no ha querido bajarse.
Su primer trabajo en las calles de Medellín fue como conductora de bus de servicio público. Un reto que asumió con determinación, en una ciudad conocida por su tráfico complejo y exigente. Esa experiencia, dice, la forjó como profesional y la preparó para su siguiente meta: convertirse en conductora de tractomulas, recorriendo las carreteras del país con carga pesada y sueños gigantes.
Hoy, Daniela Sepúlveda no solo mueve toneladas de mercancía por Colombia, también moviliza a miles de seguidores que se conectan a diario con su vida a través de TikTok e Instagram. En sus contenidos, muestra cómo es un día en la vida de una camionera: desde preparar el viaje, cargar el vehículo, enfrentar las inclemencias del clima, hasta compartir los lugares que visita y sus pensamientos desde la cabina.
“Me considero una mujer feminista y empoderada. Quiero demostrar que las mujeres somos capaces de cualquier cosa, incluso en trabajos que han sido históricamente masculinos”, afirma Daniela Sepúlveda, mientras su rostro se ilumina con una sonrisa segura. Para ella, manejar no solo es su oficio: es su pasión, su forma de vida y también una plataforma para inspirar.
En un país donde el sector del transporte de carga sigue estando liderado por hombres, la presencia de mujeres como Daniela es una bocanada de aire fresco. Ella está convencida de que su papel va más allá del volante: quiere abrir camino para otras mujeres, romper barreras y visibilizar realidades diferentes.
“No ha sido fácil. Hay días duros, comentarios incómodos y muchas miradas que juzgan. Pero cada vez que una mujer me escribe diciéndome que quiere hacer lo mismo, que se siente inspirada, todo vale la pena”, cuenta Daniela Sepúlveda.
Su comunidad digital no solo la admira por su trabajo, también la respeta por su autenticidad. Con humor, carisma y cercanía, Daniela ha creado un espacio donde la sororidad y la valentía se celebran en cada publicación.
El éxito de Daniela es el resultado de una mezcla entre disciplina, amor por lo que hace y la convicción de que los sueños no tienen género. Con cada kilómetro que recorre, demuestra que las mujeres no solo pueden estar detrás del volante, sino también al frente de los cambios sociales.
Hoy, más que una camionera, Daniela Sepúlveda es un símbolo de empoderamiento femenino, una líder en potencia y una voz que resuena con fuerza en las redes y en las vías de Colombia.
