Desde que la sustancia “Boldenona” apareció en su cuerpo, todo cambió, su proyecto deportivo, personal e incluso familiar. En su naciente carrera surgió un reto que parecía imposible.
Hoy, volvió a salir el sol. La sanción quedó atrás y podrá volver a jugar fútbol profesional. Daniel nunca dejó de entrenar. El apoyo de Envigado Fútbol Club, de su familia, sus amigos y su fortaleza mental fue más grande que la sanción.
Pese a considerarse inocente y aun así tener que pagar la sanción… saca lo mejor de esta situación llena de aprendizajes.
Su calidad como deportista y su crecimiento como persona son la cuota principal de un sueño que se seguirá escribiendo con sacrificio, dedicación y mucho fútbol.