Cristo Rey es cuna de gente solidaria. Este barrio nació de los empresarios que, sabiendo que tenían más, mayor era su responsabilidad con los otros habitantes.
“Eran cañas bravas, tunas, charcos y miles de zancudos. Entonces toda la gente que vive aquí, en su mayoría, los que tienen más de 60 años como mi familia, construyeron sus casas con sus propias manos”, relató Carmen Quintero, hija de fundadores de Cristo Rey.
Doña Carmen llegó a Cristo rey en la década de los 50. Esta era considerada aún la zona rural de Medellín, pues ni siquiera entraban los carros y los primeros habitantes construyeron las casas sacando piedras y arena del río Medellín.
De entre esos primeros pobladores emergieron los fundadores: los ocho más pudientes y con más ánimo de ayudar.
“Se unieron ocho personas y formaron el grupo de los 21. Dijeron: vamos a decir que somos 21 personas para que nos crean. Entonces empezaron a traer el centro de salud y, al frente, la inspección de policía”, agregó doña Carmen.
De entre esos ocho solidarios, resalta el nombre de Arturo Vásquez Lema, el dueño de la gran mayoría de los lotes de la zona, quien vio en sus terrenos el futuro de la comunidad.
“A las que les vendía el terrenito para hacer su casa le decían: don Arturo, no tenemos para pagarle en dinero. Le voy a dar esta maquinita, usted se hace unos vestiditos, me los trae y yo se los vendo. Con eso vamos amortizando las deudas. Don Arturo, tengo unas gallinitas; traiga los huevos”, concluyó doña Carmen.
En este barrio se llegaron a instalar 14 de las empresas más importantes de la ciudad, y así ha crecido Cristo Rey, de la mano del sector privado y gracias a la solidaridad de quienes, teniendo más, han sabido compartir en mayor medida.