El sistema carcelario en Colombia atraviesa una de las peores crisis en su historia. El hacinamiento y las condiciones en estos centros de reclusión tienen en alerta a las ciudades como Medellín. El tema se discute en un encuentro de Asocapitales que se realiza en la ciudad.
El sistema carcelario colombiano vive una grave crisis, el hacinamiento supera el 40 %, lo que termina afectando en poder garantizar los derechos básicos de las personas privadas de la libertad.
En Medellín, el hacinamiento en las estaciones de policía supera el 180 %. Estos lugares están diseñados para albergar 778 personas, y donde hoy se encuentran 2.000 presos.
En el caso especial de la estación de Policía de La Candelaria, los calabozos están hechos para 75 detenidos y hoy tienen 309. En la Sijín, que es para 20, hay 278 y en Laureles, que es para 30 internos, hay más de 100.
Para enfrentar la crisis, la Alcaldía construye una nueva cárcel para sindicados en San Cristóbal.
El anuncio del presidente Gustavo Petro de traer una misión internacional de Derechos Humanos a Medellín para analizar esta problemática generó polémica. Los primeros en responder fueron los alcaldes agremiados en Asocapitales rechazando la medida por considerarla contraria a la autonomía territorial.
Mientras las autoridades buscan salidas a la crisis carcelaria, los hechos de violencia registrados en las últimas marchas en Medellín mantienen encendidas las alarmas: las autoridades locales temen que algunos grupos intenten manipular la protesta social y provocar en la ciudad un nuevo estallido social.
Con el rechazo por el anuncio de la misión internacional y el temor de un nuevo estallido social, Medellín busca mantener el orden y la institucionalidad en la ciudad.
Crisis carcelaria en el país se discute en el encuentro de Asocapitales
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