La Corte Constitucional tumbó una sentencia con la que empezó a considerar la tauromaquia como maltrato animal y en la cual le daba un plazo de dos años al Congreso para expedir una nueva legislación sobre el tema de las corridas de toros y espectáculos similares en el país. Si no se legislaba antes del 2019, esta práctica empezaba a ser considerada como delito en Colombia.
Arraigo cultural
La Sala Plena tumbó esta decisión por considerar que dicha decisión pasó por alto una jurisprudencia que señalaba que las corridas debían respetarse en los municipios donde tenía un arraigo cultural.
De esta manera, ya no habrá prohibición automática de las corridas después de mayo de 2019 aun así el Congreso no haya legislado al respecto.