La Corte Suprema de Justicia reafirmó ayer la invalidez de los contenidos de los computadores hallados en el campamento donde fue abatido el cabecilla de las FARC, alias “Raúl Reyes” en la provincia de Sucumbíos, en territorio ecuatoriano el primero de marzo de 2008, en el marco de la Operación Fénix.
El Alto Tribunal no aceptó un recurso de reposición interpuesto por el procurador general Alejandro Ordóñez, quien pretendía que la CSJ acogiera esos documentos como pruebas dentro del denominado proceso de la “FARCpolítica”.
En consecuencia, la Corte confirmó el archivo de la investigación que se seguía al excongresista Wilson Borja por el caso en mención.
La corporación de justicia señaló que aun analizando las pruebas, no encontró méritos para persistir en la investigación a Borja, alegando que se trató de una prueba ilícita. Además, la CSJ insistió que los agentes del Estado no pueden producir pruebas judiciales más allá de las fronteras.
La decisión añade que “lo que se han llamado correos electrónicos de Raúl Reyes en realidad se desconoce si lo fueron, pues no se hallaron en un navegador o red de transmisión de datos, sino en formato de word, en archivos estáticos que no ligan un origen con un destino remoto. Quienes recogieron esos documentos, los copiaron y clasificaron, no informan haber ingresado al correo electrónico presuntamente utilizado por el guerrillero”.
Igualmente, la Corte Suprema de Justicia subrayó que la recopilación de pruebas en el exterior debe incluir un debido proceso y no se pueden recoger informalmente.
La argumentación de la Corte, contenida en 130 páginas, no tiene recurso alguno.
En su justificación, al presentar el recurso, el procurador Alejandro Ordóñez advertía que no había ilegalidad alguna en la forma como fue acopiada la información, por lo que consideraba que podría ser utilizada como prueba.
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