El 31 de mayo de 1989 Atlético Nacional se disponía a jugar el partido más importante de su historia. Pacho Maturana mandó a la cancha a René Higuita, Jhon Jairo Carmona, Luis Carlos Pérea, Andrés Escobar, Gildardo Gómez, Leonel Álvarez, Bendito Fajardo, Alexis García, Jimy Arango, Albeiro Usurriaga y Jhon Jairo Tréllez con la complicada tarea de remontar UN 2-0 con el que se habían venido de Paraguay, para poder quedar campeón de la Copa Libertadores.
Una semana atrás el equipo de los puros criollos había caído en Asunción frente a Olimpia con goles de Rafael Bobadilla y Vidal Sanabria.
Ya en territorio colombiano el cuadro verde debía jugar contra varios factores: el marcador en contra y jugar fuera del Atanasio, estadio que había sido su fortín para esa competición.Hasta la ciudad de Bogotá se trasladaron 35 mil personas desde Medellín, otras 15 mil más compraron la boleta en la capital colombiana y lograron de esta manera colmar las tribunas del estadio Nemesio Camacho el Campín.
El argentino Juan Carlos Loustau dio la orden de empezar el partido y los verdes empezaron a buscar la remontada. Los primeros 45 minutos finalizaron sin goles y la angustia se extendió hasta después del descanso. Solo había pasado un minuto de la segunda mitad y tras un desborde del Palomo Usurriaga que finalizó en un centro desde la derecha, el zaguero central de Olimpia Jorge Guash encajó en su propio arco.
Nacional continuaba buscando el empate hasta que nuevamente el palomo que había sido el más insistente, luego de un mal rechazo defensivo convirtió el segundo gol que obligaba a la definición desde el punto penal.
René empezó a hacer su show antes de los cobro.Se acabó el tiempo reglamentario y el campeón de la edición 30 de la copa libertadores se definiría en la lotería.
El primer cobro en los pies de Almeida fue atajado por René que desde el principio envió el mensaje a sus compañeros de que debían ser campeones, Andrés le respondió, Sanabria convirtió para Olimpia y empataba la serie.
El Palomo hizo lo suyo y ponía a Nacional en ventaja, Amarilla por Olimpia, Trellez por el verde y la ventaja de un gol seguía para los colombianos. El Coco empató la serie y Alexis desperdició. En el quinto cobro ambos convirtieron, Guash para Olimpia y René para Nacional…
La muerte súbita del uno y uno parecía no asustar al loco, que atajo el sexto y confundió a los ansiosos fotógrafos colombianos. Felipe Pérez la estrelló contra el palo y todos volvieron a la realidad. René devolvió la ilusión… pero las piernas no le respondían a sus compañeros, Gildardo la tiró por fuera y todo volvía a empezar. Volvía a jugar, René le atajó a Balbuena y Almeida a Pérea.
Cuando el guardameta antioqueño ya había tapado todo lo que podía el Chamas mando la pelota a la popular… y en el botín derecho de Leonel Álvarez estaba el título para Nacional, para Antioquia y para toda Colombia que aquella noche del 31 de mayo de 1989, hace 27 años, por primera vez se hacía campeón continental.
