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La minería en el Río Medellín, tan frecuente en los últimos años, ha llevado a las autoridades a exigir licencias ambientales a quienes la están realizando para tener un control del tema.
Según el Área Metropolitana y la Policía, cada vez es más común encontrar personas en oficios de extracción de materiales como arena en el Río Medellín con palas, bateas y hasta las llamadas dragas. Por eso las autoridades ambientales vienen reforzando sus controles en estas aguas.
Por ejemplo en el norte del Valle de Aburrá, zona con más casos registrados de explotaciones ilegales hasta ahora, solo dos empresas tienen licencia ambiental para ejercer labores de minería y 25 personas permiso para captación de material de arrastre.
Hay quienes piensan que la captación de material de arrastre no genera daños al medio ambiente, más bien ayuda a la remoción de sedimentos que podrían acumularse en el cauce y generar inundaciones. Sin embargo los organismos ambientales insisten que es necesario que se legalicen.
Desde 2016 más de 20 personas han sido capturadas en flagrancia en momentos que ejercían explotación minera ilegal en el Río Medellín. La mayoría de ellos en jurisdicción de los municipios de Barbosa, Girardota y Copacabana.
