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Una luz al final del racionamiento podrían ver esta semana residentes del Norte de Antioquia, afectados por el reciente ataque a tres torres de energía. Para ellos todo parece una historia de nunca acabar y de la que este año se ha tenido más de una noticia.
El atentado más reciente ocurrió el pasado jueves 15 de septiembre. Ese día, a las 2:00 a.m., presuntos miembros de un grupo guerrillero derribaron tres torres de energía en el sector conocido como Las Lomas de Ochalí, entre los municipios de Yarumal y Toledo. El saldo: 74.000 instalaciones de los municipios de San Andrés de Cuerquia, Toledo, San José de la Montaña, Ituango y Peque sin servicio.
Para Aicardo Herrera Muñoz, jefe de Área de Generación y Operación de Energía de EPM, según conversaciones con el Ejército, hoy podría llegar a la zona del atentado, profesional antiexplosivo y descartar cualquier riesgo, para el posterior ingreso de cuadrillas técnicas que rehabilitarán el suministro.
“Consideramos que una vez ellos entren (Ejército) nosotros estaríamos restableciendo el suministro de energía a las poblaciones en dos días. Hasta ahora todo el panorama sigue igual”, puntualizó el funcionario.
Por los ataques, los moradores de esas localidades viven constantes racionamientos, justo en las horas de mayor dinámica en los hogares. Pese a la magnitud del daño, EPM lleva en intervalos el servicio, en horas pico, a algunas zonas rurales y urbanas, gracias a que cuenta con una red alterna de electricidad.
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Caen las seis de la tarde y las velas encendidas apenas se asoman por las ventanas. Es otro día más en Toledo, en San Andrés de Cuerquia, en Ituango o Peque.
“Nos acostamos ligero porque no hay luz. Sí prendemos las velas porque qué más se va a hacer. Antes es mucho cuento que nos llegue a raticos (la energía)”, expresó Blanca Silvia Areiza, habitante del sector La Calle del Cementerio, de San Andrés de Cuerquia.
En Toledo, una población de 6.000 habitantes, la economía del casco urbano está parada.
El Alcalde de la localidad, Isaac Arboleda Zapata, explicó que las pérdidas del comercio no son hasta ahora cuantificadas, pero que serían millonarias puesto que “casi todos los negocios están cerrados”.
“Van cinco situaciones similares en lo que va de este año. Pero este racionamiento es el más grave de todos porque ya vamos para la tercera semana”, añadió el mandatario.
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